Volver a imaginar el futuro de la Escuela de Montaña: Abrazar la educación centrada en los estudiantes 

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La Escuela de Montaña es el programa del instituto de 30 años. Estudiantes (mayormente estudiantes  de quinto grado)  viajan profundamente a las cascadas del norte para pasar tres días en su ecosistema estableciendo una relación fundamental con la naturaleza, una que esperamos que lleven consigo por el resto de sus vidas. El plan de estudios de la Escuela de Montaña ha tenido múltiples ajustes pequeños desde su creación hace 30 años. Desde entonces, ha habido cambios significativos en los estándares estatales de aprendizaje, el mundo en el que vivimos y cómo unimos los dos para ayudar a preparar a las personas jóvenes for el mundo dinámico y los problemas globales que enfrentamos.

Para honrar nuestro pasado así como conocer a los estudiantes en su mundo de hoy, comenzamos a mirar las formas en que nuestras maneras de enseñanza y la ubicación del centro de aprendizaje ambiental dentro de las Cascadas del Norte podrían no sentirse acogedoras para todos los estudiantes. Contratando con el Centro de Educación ambiental Multicultural de Tres círculos, hemos creado un plan de estudios nuevo que está más centrado en el estudiante y se enfoca en los Estándares Científicos de Próxima Generación, la alfabetización climática y la presencia Indigena presente en este lugar.

 

Enfoque centrado en el estudiante Creemos que toda educación es inherentemente cultural. La manera en la que los estudiantes aprenden  a dar sentido su mundo por medio de sus experiencias tanto en entornos educativos (en un salón) como en la Escuela de Montaña no es “neutral”. Esto significa que los millones de decisiones que toman los educadores, desde donde establecer el lugar de aprendizaje hasta que idioma enseñar, qué contenido enseñar y cómo enseñar e interactuar con cada estudiante, envían mensajes subliminalmente a los estudiantes sobre lo que es el conocimiento “normativo” o “legítimo” y lo que es más en el ámbito de la “superstición” o “no académico” 

Enseñando a través de un enfoque “centrado en el estudiante” significa restringir a propósito la suposición de que el educador es la única fuente de conocimiento. Más bien, mira a los estudiantes como que llegan a espacios educativos con su propia experiencia vivida. Su conocimiento es bienvenido, reconocido y apoyado como la base para todo el aprendizaje complementario que sigue. Para apoyar este enfoque, el rediseño de la Escuela de Montaña 2020 planifica las lecciones como derivadas de una pregunta o tema central, y luego los estudiantes discuten lo que ya saben acerca del tema y lo que ellos esperan aprender. De esta manera, las lecciones se vuelven menos dirigidas  por los maestros en un enfoque “de arriba hacia abajo”, y en su lugar se dirigen a través de la investigación y el interés dirigidos por los estudiantes. 

Un enfoque centrado en el estudiante también reconoce que cada estudiante trae consigo diferentes experiencias, perspectivas y valores que impactan su experiencia y comodidad en la Escuela de Montaña. Para la mayoría de las personas blancas, el aire libre ha ofrecido un lugar de consuelo y curacion restauradora, pero para las personas de color, los lugares rurales y los desiertos a menudo se asocian con la violencia y el trauma acnestral. En la Escuela de Montaña, el 39% de los estudiantes se identifican como personas de color y mucho de ellos son los primeros en su familia en visitar un parque nacional. El nuevo plan de  Escuela de Montaña elevará la importancia de la enseñanza culturalmente sensible al ayudar a los estudiantes a aprender una identificación cultural positiva. Bajo el nuevo plan de estudios, nuestros instructores serán capacitados para resaltar activamente el conocimiento interno y la experiencia del niño en lugar de decirles la manera “si, correcto” de ver y conocer este lugar y el mundo natural.

 

Estándares científicos de próxima generaciónEl nuevo plan de estudios de la Escuela de Montaña se alinea más claramente con los Estándares de Ciencia de Próxima Generación (que fueron adoptados como Estándares de Ciencia y Aprendizaje del Estado de Washington en 2013). Basándose en estos estándares, el plan de estudio se basa en una serie de ocho preguntas esenciales, que van desde “¿Qué hace que un lugar sea diverso?” a “¿Cómo dependen los humanos de la Tierra?”

La instrucción se enfocará en crear las condiciones para que los estudiantes lleguen a estas preguntas por su propia cuenta como producto de la exploración y observación curadas. Como educadores es nuestro trabajo descubrir y ayudar a nuestros estudiantes a examinar sus ideas preconcebidas  de lo que es un científico y lo que hace. Cuando se les pide que se imaginen quien es un científico, muchas personas jóvenes piensan en una persona que está adentro, con una bata de laboratorio, mirando algo por el microscopio o en un vaso de precipitados. Rara vez, si es que alguna vez, se consideran a sí mismos.

 

Alfabetización climáticaLos jóvenes tienen una tremenda energía, de voz autentica, cambio sistémico y agencia creativa. Sin embargo, en demasiadas áreas de sus vidas, los jóvenes se enfrentan a un espacio limitado para canalizar su energía, agencia e ideas creativas para el cambio. El nuevo plan de estudios de la Escuela de Montaña presenta a los estudiantes las formas en que el cambio climático está impactando las Cascadas del Norte y a la gente de esta región y posiciona a los estudiantes a pensar en los cambios que ya pueden estar consientes y experimentando en sus comunidades de origen y lo que debemos hacer al respecto: cómo debemos adaptarnos y mitigarlos en respuesta a estos cambios. El mercado laboral actual prioriza las habilidades del siglo XXI (creatividad, tomar decisiones riesgosas e ingenio) por encima de la prudencia y la lealtad a las formas “probadas y verdaderas” de hacer negocios. Ahora, en medio de una pandemia global y un ajuste de cuentas nacional sobre el racismo, estas habilidades se valoran aún más. De hecho, demostrarán ser esenciales en cómo nos recuperamos y reconstruimos en la siguiente década. Dandole a los estudiantes de la Escuela de Montaña una mayor oportunidad de desarrollar este músculo creativo es crucial para que se conviertan en los líderes que ya son. 

 

Indigenous Presence and Stewardship of PlaceEn el 2015, el estado de Washington pasó SB-5433 requiriendo a todas las escuelas públicas a enseñar un plan de estudios de soberanía Indigena, conocido como “Desde tiempos inmemoriales”. Este plan de estudios, respaldado por las 29 comunidades Indígenas reconocidas federalmente por el estado de Washington, se centra específicamente en lo que significa para las comunidades Indígenas autogobernarse y garantiza que los estudiantes pueden localizar y nombrar naciones Indígenas en su región. Tenemos la intención de apoyar mejor a nuestros socios del distrito escolar en el cumplimiento de este mandato estatal mediante la incorporación del currículo Desde Tiempo Inmemorial en el nuevo plan de estudios de la Escuela de Montaña. 

El rediseño del currículo de la Escuela de Montaña tiene como objetivo ampliar la exposición de los estudiantes a las narrativas Indígenas y enfatizar la interconexión de la cultura, la identidad y el medio ambiente. Durante las últimas tres generaciones, el público ha sido educado para creer que las formas de vida culturales de los pueblos Indígenas son sólo históricas, y no continúan en los tiempos actuales, y que sus sistemas de conocimiento eran poco sofisticados, en el mejor de los casos, y bárbaros, en el peor. Por ejemplo, la mayoría de los estudiantes de la Escuela de Montaña están familiarizados con la frontera canadiense hacia nuestro norte y pueden conceptualizar su “separación” de los Estados Unidos. Sin embargo es mucho menos común que los estudiantes apliquen un entendimiento similar a las 29 naciones Indígenas soberanas dentro del estado de Washington. 

El reconocimiento de la tierra y las discusiones sobre la soberanía pueden alentar la celebración de la administración histórica, y continua dentro del ecosistema de las Cascadas del Norte, al tiempo que enfrentan más abiertamente la opresión sistémica, el despido y el diezmo de la cultura Indigena en este espacio. La educación centrada en el estudiante destaca las perspectivas náuticas y las perspectivas de otros grupos de identidad no dominantes cuyas historias y valores culturales históricamente han sido borrados, menospreciados o considerados “no academicos” 

Cuando se trata de la educación en ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas (STEM), hay un legado similar de mantener una dura distinción entre lo que es y lo no es “científico”. Por ejemplo, sólo recientemente ha llegado a ser científicamente legítimo hablar de la capacidad de las plantas para comunicarse entre sí, pero la idea de que las plantas tienen agencia y personalidad es una creencia Indígena muy antigua. El nuevo plan de estudios promueve una mayor comprensión de la presencia continua de los pueblos indigenas en las Cascadas del Norte y refuerza la idea de que las formas no dominantes de saber tienen la misma legitimidad. 

El lugar enseña. Parándose al pie de una cascada rodeada por cedro rojo y helecho salal enciende una serie de preguntas diferentes en la mente de las que pueden aprender leyendo sobre una cascada o un bosque alpino en un libro de texto o viendo un documental de naturaleza en YouTube. Habíamos planeado probar este rediseño curricular con un par de escuelas en el otoño de 2020, pero debido al COVID-19, estamos esperando hasta que sea seguro que los grupos escolares vuelvan a la programación residencial en el Centro de Aprendizaje. Gran parte de este nuevo plan de estudios depende de la duración inmersiva de tres días del programa y de la geología, las plantas y los distintos animales nativos de la costa norte del lago Diablo. 

Los maestros nos han dicho que la Escuela de Montaña cambia radicalmente las identidades académicas que algunos estudiantes han asumido en la escuela. Un maestro reflexionó: “La escuela de Montaña hizo que los estudiantes se sintieran como si fueran capos académicos mientras estaban aquí y esa no es su identidad en la escuela”. Vemos esta oportunidad para que los estudiantes sorprendan a sus compañeros (¡y a sí mismos!) Sobresaliendo en áreas en las que se les ha dicho anteriormente que “no son buenos” como el resultado más importante de este programa. Un profesor nos dijo: “Este grupo era uno de nuestros grupos más grandes con necesidades socio-emocionales. Usted se sentó con nosotros para hablar sobre esas necesidades, y sus instructores cambiaron de táctica para obtener lo que necesitan a cada paso. Todo nuestros estudiantes se fueron sintiéndose  realmente orgullosos de sí mismos. Tienen a buenas personas en el personal que animan a los estudiantes a esforzarse tan lejos como quieran llegar. No hay juicio, no hay miedo”. Este enfoque centrado en el estudiante, que nos permite satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes, es fundamental para lo que se trata del nuevo plan de estudios de la Escuela de Montaña. 

Estamos emocionados de probar este plan de estudios explícitamente diseñado para ser dirigido por los estudiantes y afirmar experiencias culturales no dominantes en una postpademica de Escuela de Montaña y confiamos en que estos rasgos se prestaran a ser adaptable en los próximos años. 

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